El primer ministro británico critica a Elon Musk por difundir "mentiras y desinformación" respecto a los abusos sexuales a menores.

Keir Starmer se ha embarcado en una lucha feroz con la intención de no ensuciarse las manos. El primer ministro británico ha decidido finalmente reaccionar ante los constantes ataques que ha recibido en los últimos días por parte de Elon Musk, en relación con el escándalo de abusos sexuales a menores ocurrido en el Reino Unido hace más de una década. Starmer ha evitado acusar directamente al multimillonario, siendo consciente del crucial papel que desempeñará en la inminente Administración estadounidense de Donald Trump. Sin embargo, lo ha señalado, junto al Partido Conservador, como parte de aquellos que "propagan mentiras y desinformación" en las redes sociales y "amplifican el discurso de la extrema derecha".

El primer ministro quería que su primer discurso del año se centrara en la tan necesaria reforma de un Servicio Nacional de Salud al borde del colapso, y su equipo tenía programado un acto público este lunes en un centro médico de la localidad de Epsom. Pero en las horas previas a la intervención, Downing Street ya había anticipado a los medios que Starmer respondería a Musk —sin entrar en un enfrentamiento directo— y defendería su historial al frente del Servicio de la Fiscalía de la Corona.

“Disfruto como el que más de los debates, por duros que sean, en política, pero deben basarse en los hechos y en la verdad, no en mentiras, no en las reglas de aquellos tan desesperados por reclamar atención que están dispuestos a degradarse a sí mismos y a su país”, ha acusado el primer ministro británico.